A veces creemos que las estrellas porno viven para coger, que todo el día están pensando en sexo al igual que tú y que son las mujeres más fáciles del mundo. Si las ves en la calle, probablemente te seduzcan hasta llevarte al baño para satisfacer tus instintos más pueriles.
Still del comercial del XXX aniversario de Diesel (click)
Es lógico, la única posibilidad de contacto que tenemos hacia estas ninfas es la ventana indiscreta, la historia de la secretaria caliente, del atinadísimo plomero, o de la mujer policía comehombres. (Entre muchas otras tramas, inclusive hay muchas que juegan con la ciencia ficción en verdaderas pornocomedias.)
Pero, ¿qué pasa cuando las actrices dejan su rol de objeto de placer para interactuar y ser realmente ellas? Hace un par de años, la diosa del rubro, Jenna Jameson condujo su propio reality. Playboy TV transmitió durante una corta temporada JJASS (Jenna Jameson’s American Sex Star), un refrito de American Idol pero con jovencitas deseosas de ser lo más relevante en la industria del Valle de San Fernando (que por cierto, es más poderosa de lo que muchos creen). Al final fue un fiasco. La mujer no tenía idea de cómo hablarle a una cámara y todo el expertise que tenía al gemir se multiplicó a la inversa con su carisma en la conducción. Ni Ron Jeremy la salvó.
Ahora, la gracia del lerdo de Ashton Kutcher en Twitter ha orillado a muchas protagonistas de la industria a escupir su vida a este medio. La verdad es que son personas normales, vacías como cualquier habitante de la civilización occidental y muy ociosas. De vez en cuando consienten a sus fans con fotos detrás de las cámaras, nada muy emocionante.
El día de ayer, cumplí uno de los deseos más grandes de cualquier adolescente. Establecí contacto con una de ellas.
[Fin de la conversación]
Nada interesante tampoco de este lado…
—
Algunas pornstars a las que sigo en Twitter
Update:
Mi amigo Dany Saadia me acaba de enviar una liga con más estrellas que twittean. Visítenla aquí.
[bxtr.txt] 
